Introducimos un concepto que puede ser difícil de digerir para algunos: las personas con las que compartes tu espacio de trabajo, tus compañeros de trabajo no son realmente tus amigos, o en términos directos, los amigos del trabajo no son amigos de verdad.
No se trata de restar valor a un entorno de trabajo positivo y cordial. De hecho, la camaradería y el respeto profesional son componentes cruciales de un lugar de trabajo saludable y las relaciones cordiales con los compañeros pueden mejorar la experiencia laboral.
Sin embargo, este post desvelará razones sólidas que ilustran por qué es esencial trazar límites y mantener cierto grado de distanciamiento profesional.
Es crucial comprender que la dinámica amistosa que compartes con tus compañeros de trabajo gira principalmente en torno a puntos en común profesionales y puede que no se traduzca en una amistad genuina y solidaria fuera del entorno laboral.
Exploremos esta idea, que te permitirá navegar por tus relaciones profesionales con claridad y determinación, sin adornos innecesarios. Entender la diferencia entre los amigos de verdad y los amigos del trabajo es crucial para mantener el decoro profesional y evitar posibles trampas en la dinámica laboral.
6 Razones Por Las Que Tus Compañeros De Trabajo No Son Tus Amigos
Hay una razón por la que los estadounidenses sólo consideran verdaderos amigos al 15 por ciento de sus compañeros de trabajo. Muchos han aprendido por las malas que, aunque es esencial entablar relaciones con tus compañeros de trabajo y mantener una buena relación, no son verdaderos amigos.
Otro 20% se consideran amigos «sólo del trabajo», lo que significa que los encuestados se han dado cuenta del valor de establecer límites sólidos entre su vida profesional y personal.
Éstas son algunas de las situaciones difíciles que pueden surgir cuando se entabla una relación demasiado íntima con los compañeros de trabajo.
1. El dilema profesional: Ascender a un compañero de trabajo
Una de las situaciones más problemáticas es cuando te ascienden por encima de un compañero de trabajo. Puede que ambos compitierais por ese ascenso, y que tu jefe te eligiera a ti.
Puede que ahora tu compañero de trabajo esté resentido contigo e incluso intente sabotearte por celos. Puede que se niegue a seguir órdenes.
Si recibiste un ascenso para ser líder de grupo sobre tu grupo de amigos del trabajo, puede que el grupo no te tome en serio y no siga tus órdenes, considerándote un igual.
Por tu parte, puede que te resulte difícil hacer cumplir las normas y castigar a las personas que no acatan tu autoridad. Al fin y al cabo, son tus buenos amigos y no quieres que se peleen.
Por eso es esencial que la relación con tus compañeros sea, ante todo, profesional.
2. Navegando entre lealtades: Cubrir a los amigos del trabajo y la ética profesional
Otra situación habitual es cuando un amigo del trabajo te pide que le cubras cuando está haciendo el vago. Pueden pedirte que mientas a tu jefe sobre su comportamiento cuando éste te pregunte por ellos.
Si no lo haces, puedes tener una discusión con tu amigo del trabajo, y tu lugar de trabajo puede convertirse en un sitio lleno de tensión en lugar de un sitio al que te apetezca ir todos los días.
Sin embargo, si los encubres, es probable que tu jefe acabe por enterarse. Puedes enfrentarte a consecuencias profesionales que pueden dañar tu carrera.
3. Incapaz De Advertir A Un Amigo Del Trabajo
Supongamos que tu jefe planea despedir a un amigo tuyo del trabajo. No hay nada más que quieras hacer que avisarle de lo que se avecina, para que pueda empezar a buscar otro trabajo y no le pille desprevenido.
Al fin y al cabo, ¡son tus amigos! Te odiarán si descubren que lo sabías todo y no les avisaste.
Sin embargo, tu jefe te ha prohibido revelarles esa información. No tienes más remedio que callarte, pero eso te corroerá.
4. Los riesgos de compartir demasiado: Equilibrar la transparencia con los amigos del trabajo
Un problema habitual que puede surgir por estar demasiado unido a los compañeros de trabajo es compartir en exceso detalles que pueden perjudicar tu carrera.
Quizá les contaste la verdadera razón por la que faltaste a una reunión: tuviste una noche loca con los amigos y te despertaste tarde con una resaca terrible.
O tal vez fuiste demasiado abierto sobre tus planes de vida y revelaste que estás buscando un nuevo trabajo o que planeas dejarlo pronto para poder volver a estudiar.
Puede que pienses que esa información es segura. Al fin y al cabo, tu compañero de trabajo es tu amigo y no la compartiría con nadie, ¿verdad?
Error.
En primer lugar, los cotilleos se propagan. Quizá tu compañero de trabajo confió esa información a otra persona cuando no debía.
Al final, esa información puede llegar a oídos de tu jefe, que puede decidir prescindir de ti y buscarte un sustituto en lugar de tratar con un compañero al que considera poco comprometido.
Tampoco subestimes a tus compañeros. Al fin y al cabo, no vienen a la oficina para hacerse buenos amigos y charlar contigo.
Están ahí por su sueldo: no se trata sólo de ganar dinero, es su medio de vida. Entender que los amigos del trabajo no son amigos de verdad es crucial. Casi siempre elegirán la seguridad laboral antes que a ti.
Si se enfrentan a una posible suspensión, o si simplemente piensan que les ayudará a avanzar en su carrera, pueden volverse contra ti y apuñalarte por la espalda.
Por ejemplo, si tu jefe tenía previsto asignarte un proyecto concreto que tu compañero de trabajo quiere o estaba pensando en ascenderte, pueden convencerle de que les dé el proyecto o el ascenso a ellos en su lugar; después de todo, ¡tú te irás pronto!
Las puñaladas traperas se dan en el trabajo más a menudo de lo que deberían.
Ten cuidado con tus compañeros de trabajo y no des demasiados detalles sobre tu vida personal y tus planes profesionales.
5. Drama en las citas
Aunque mantener a tus compañeros de trabajo a distancia es esencial, salir con un compañero de trabajo es un error aún mayor que ser amigo de uno. Por algo se dice: «No cagues donde comes».
Salir con un compañero de trabajo da lugar a un sinfín de cotilleos y dramas en la oficina. La cruda realidad es que la mayoría de las relaciones no funcionan a largo plazo.
Todos hemos oído la deprimente estadística: el 50% de los matrimonios acaban en divorcio. Aunque eso ya no es cierto debido al descenso de las tasas de divorcio, la pareja casada media sigue teniendo un 25% de probabilidades de divorciarse.
Sigue siendo una tasa de divorcios bastante alta. Y, si ese es el caso de los matrimonios, imagínate cuántas nuevas relaciones no salen bien.
Toda relación tiene una fase de luna de miel en la que ambos están enamorados del otro. Se necesitan al menos unos meses para que la gente empiece a darse cuenta de las pequeñas cosas molestas que les frustran y provocan peleas.
Si sales con alguien de tu oficina, las posibilidades de ruptura son aún mayores, ya que lo ves todos los días, día tras día.
No tienes la oportunidad de echarles de menos cuando te vas a trabajar. Ver a tu pareja todos los días puede hacer que te fijes más en las cosas molestas que en las cosas que te gustan de ella.
Si rompéis, las cosas se pondrán difíciles en la oficina. O bien serán frías (el hombro frío), lo que complicará la comunicación entre la oficina y hará más difícil trabajar juntos, o bien serán calientes y acaloradas.
Esto último puede ser incluso peor que tener una relación fría con tu ex compañero de trabajo. Habrá disputas por todo, puñaladas por la espalda, sabotajes y un sinfín de dramas y cotilleos en la oficina.
Si rompéis y tú o tu ex empezáis a salir con otro compañero de trabajo, las cosas pueden ponerse aún más dramáticas. Puede haber celos, o simplemente puede ser tan desgarrador que decidas renunciar antes que ver a tu ex enamorado de otra persona día tras día.
Aquí tienes otras razones por las que no te conviene salir con alguien de la oficina:
- Puede distraerte bastante, y te resultará difícil concentrarte en el trabajo cuando tu pareja está siempre a la vista.
- Tu relación debería ser una vía de escape de la rutina laboral. Sin embargo, si sales con alguien del trabajo, no podrás permitirte ese lujo, ya que gran parte de vuestras conversaciones girarán inevitablemente en torno al trabajo.
- Es poco profesional y no da buena imagen de ti. Puede que intentes mantenerlo en secreto, pero si salís mucho tiempo, alguien lo descubrirá o sospechará por la forma en que os relacionáis.
6. Otros dramas de oficina
Romper con un compañero de trabajo con el que estás saliendo puede ser dramático, pero también lo puede ser romper con un amigo que es tu compañero de trabajo. La gente «rompe» con sus amigos por muchas razones, y tú no eres inmune sólo porque seáis compañeros de trabajo.
Otro tipo de drama en la oficina puede surgir cuando tienes que elegir entre dos personas para un proyecto o un ascenso y eres amigo de ambos candidatos. ¿Cómo decidir sin crear tensiones y resentimientos?
6 estrategias para mantener los límites de la vida profesional y personal
Todos sabemos que establecer contactos en el lugar de trabajo es esencial.
Una parte importante del trabajo en equipo es la comunicación, por eso muchas empresas intentan fomentar una cultura de empresa positiva e incluso celebran eventos después del trabajo, para que la gente pueda establecer mejores relaciones y conocerse mejor.
Sin embargo, ¿cómo hacer todo eso sin olvidar que tus compañeros de trabajo no son tus amigos? Aquí tienes algunos consejos para manejar las relaciones en la oficina.
1. Separa las relaciones profesionales de la vida personal: No difumines los límites
Mantén siempre una clara distinción entre la vida personal y la profesional. Cultiva relaciones profesionales que sean cordiales y cooperativas, lo que permitirá establecer conexiones más profundas y beneficiosas en el entorno laboral.
Sin embargo, no difumines las líneas. Al fin y al cabo, recuerda que las amistades laborales se basan sobre todo en las relaciones profesionales, y mantener la claridad entre ambas es esencial.
En la gestión de la vida laboral, a veces puede ser difícil encontrar el equilibrio adecuado. Por regla general, es mejor no compartir demasiado que compartir demasiado, así que si no estás seguro de si te estás acercando demasiado, da un paso atrás sin ser demasiado obvio al respecto.
2. Tener un filtro
Algunas personas no tienen filtro y no saben cuándo parar de hablar. Saber qué compartir y qué no.
Puedes compartir una loca historia de pareja que te ocurrió hace mucho tiempo, pero tus compañeros de trabajo no tienen por qué conocer los entresijos de tu relación actual.
Tal vez digas algo sobre tus planes profesionales, pero no hace falta que menciones que este trabajo es sólo un trampolín para algo más grande.
Tener un filtro es esencial para mantener una relación profesional equilibrada, saber qué compartir y qué guardarse para uno mismo ayuda a mantener una imagen profesional y a evitar conflictos o malentendidos innecesarios.
3. Ser amigable frente a ser amigo: Dilema de la vida profesional
Hay una gran diferencia entre ser amistoso y ser amigo en el trabajo. Según el estudio citado anteriormente, los estadounidenses sólo consideran enemigos al dos por ciento de los compañeros de trabajo.
Aunque mantener relaciones sanas y amistosas con los compañeros es crucial, es vital recordar que no sustituyen a las relaciones con la propia familia y los amigos que no son del trabajo.
El hecho de que te lleves bien con ellos no significa que seáis amigos.
4. Mantén a tus compañeros de trabajo alejados de tus redes sociales
Esta regla es importante, pero mucha gente no la cumple. Mantén a tus compañeros de trabajo fuera de tus redes sociales: no hay razón para ser amigos en Facebook, seguirse en Instagram o darles tu TikTok.
El problema de las redes sociales es que puede ser difícil tener un filtro. Por supuesto, depende de lo activo que seas en las redes sociales y de lo que compartas en ellas.
Sin embargo, puede que una noche compartas una foto o un vídeo en un club a altas horas de la noche, tomando unas copas con tus otros amigos. Puede que no te des cuenta de que tus compañeros de trabajo lo vieron y saben la verdadera razón por la que llegaste tarde al siguiente día de trabajo.
Examinemos un ejemplo más inocente. Te cogiste la baja por enfermedad porque no te encontrabas bien.
Mientras estás en la cama, miras en tu galería y encuentras un vídeo antiguo en el que sales de excursión. Te das cuenta de que te olvidaste de publicarlo entonces, así que lo publicas ahora – sin darte cuenta de que tus compañeros de trabajo lo ven y no saben que es sólo un flashback, no una actualización en tiempo real.
Tus compañeros pueden pensar que fingiste estar enfermo para ir de excursión, lo que puede meterte en problemas.
En lugar de eso, limita la comunicación con tus compañeros a llamadas telefónicas, mensajes de texto, WhatsApp y chats de grupo.
También te aconsejaría ocultarles tu estado de WhatsApp si compartes allí detalles personales sobre tu vida.
5. Evitar los cotilleos y la oficina Drama
No invites el drama a tu vida. Una de las mejores formas de mantener tu vida libre de dramas es no involucrarte en ellos cuando se te presenten.
Por ejemplo, no cotillees sobre otros compañeros de trabajo. Eso sólo contribuye a crear una cultura del cotilleo y el drama en el lugar de trabajo.
6. Nunca salgas con un compañero de trabajo
Por último, no hace falta decir que nunca debes salir con un compañero de trabajo, por muy bueno que creas que puede ser para ti. Créeme, no merece la pena.
Puede que sientas que te estás enamorando, pero probablemente no te estés perdiendo tanto como crees.
A menudo, la gente con la que sabes que no debes salir, es la que parece más atractiva de lo que realmente es.
Los compañeros de trabajo no son tus amigos – Conclusión
Si la mayor parte de tu vida laboral gira en torno al trabajo, no considerar a tus compañeros como amigos íntimos puede ser difícil, sobre todo si no tienes mucha vida social fuera del trabajo.
Sin embargo, a largo plazo, gestionar las amistades en el trabajo y mantener los límites profesionales te ayudará a evitar el estrés y las situaciones complicadas que pueden perjudicar tu carrera.