Comprender los puntos fuertes y débiles de un empleado, a través de evaluaciones o entrevistas de trabajo, es crucial para el crecimiento tanto personal como de la organización. Ayuda a alinear las funciones, mejorar el rendimiento y fomentar un entorno de trabajo constructivo.
En esta guía, hemos destilado 40 ejemplos prácticos de puntos fuertes y débiles de los empleados que prevalecen en el lugar de trabajo, útiles tanto para la autoevaluación de la evaluación del rendimiento como para la preparación de entrevistas de trabajo.
Estas ideas son útiles para la autoevaluación y también pueden ser decisivas para que los responsables de contratación optimicen la dinámica de equipo durante las evaluaciones y las entrevistas de trabajo.
Aprovechando estos ejemplos del mundo real, tanto las personas como las organizaciones pueden tomar decisiones con conocimiento de causa para avanzar en sus respectivos empeños.
20 ejemplos de debilidades de los empleados
Cuando le pidan que mencione un punto débil durante una entrevista de trabajo o una evaluación del rendimiento, recurra a ejemplos relacionados con rasgos de personalidad, hábitos o habilidades. En qué te centres dependerá del tipo de trabajo para el que te entrevisten.
Por ejemplo, una habilidad o hábito es muy relevante para un puesto técnico. En cambio, para puestos de atención al cliente o ventas, el entrevistador puede estar deseando conocer tus rasgos de personalidad.
A la hora de abordar tus puntos débiles, primero exponlos. A continuación, proporciona un contexto adicional respaldado por una historia o un ejemplo de cómo se ha manifestado la debilidad en tu vida profesional.
A continuación, te ofrecemos los puntos débiles más comunes de los empleados, su significado y un ejemplo adecuado en cursiva.
1. Autocrítica
La autocrítica significa que eres demasiado reflexivo y siempre te evalúas tanto cuando realizas una tarea, que le encuentras defectos incluso cuando todo el mundo cree que lo has hecho perfectamente.
«Tiendo a criticarme en exceso, e incluso en los casos en que obtengo una respuesta positiva sobre un proyecto, siento que podría haber sido mejor si me hubiera esforzado un poco más. Acudir a un coach profesional me ha ayudado a cambiar de mentalidad, y he empezado a sentirme satisfecho después de trabajar en un proyecto.»
2. Falta de confianza
La falta de confianza es ser tímido, lo que hace que te sientas incómodo y tenso a la hora de expresar tus opiniones entre tus compañeros.
«Como persona callada, me da vergüenza expresar mis opiniones ante un grupo de personas o incluso ante mis colegas. Soy consciente de que esto me puede privar de oportunidades cuando se necesita mi opinión. Para frenar esto, he estado asistiendo a clases que me ayudarán a mejorar mi confianza, y creo que con el tiempo, hablar no será un problema.»
3. Demasiado detallista
Esto puede considerarse una debilidad positiva cuando te gusta que tu trabajo sea tan detallado hasta el punto de comprometer tu tiempo.
«Me tomo demasiado tiempo analizando los pequeños detalles de un proyecto para no dejarme ningún punto. Esto me ha causado muchas tensiones en mis proyectos anteriores. A partir de estas experiencias pasadas, he aprendido a centrarme únicamente en los detalles más relevantes del proyecto y, como resultado, he empezado a ser eficaz e incluso a superar los plazos.
4. Desorganizado
El comportamiento desorganizado se refiere a la conducta de un empleado carente de orden, planificación y coherencia. A menudo se traduce en desorden y confusión.
He aquí cómo puedes expresarte:
«Siempre he tenido problemas para organizar mi mesa de trabajo, aunque no ha tenido un efecto significativo en lo que hago. Me esfuerzo por ordenar mi escritorio cada vez, y al cabo de un rato vuelve a su estado desorganizado. Sin embargo, tengo la opción de ordenar mi escritorio todos los días para tener un espacio de trabajo ordenado.»
5. Demasiado introvertido o extrovertido
Si eres el tipo de persona a la que le cuesta expresarse (introvertido) o te expresas demasiado (extrovertido), ésta es una debilidad de la que puedes hablar con total libertad.
«Al ser una persona introvertida/extrovertida, soy consciente de que esto supone tanto una ventaja como una debilidad. Las respuestas de anteriores empleados y compañeros me han hecho trabajar en mi personalidad para asegurarme de que no afecte a mi trabajo.»
6. Miedo a las multitudes
¿Se pone nervioso cuando tiene que dirigirse a un grupo de personas? No dudes en expresar esta debilidad a tu entrevistador.
«Siempre que tengo que hablar en público, me siento frágil; en el fondo, soy consciente de que se trata de una habilidad crucial cuando se trata de ciertas funciones en una organización. Para mejorar mis dotes de oratoria, me he matriculado en una clase de oratoria, y con el tiempo seré capaz de dirigirme a la gente en las reuniones.»
7. Impaciencia
Incluso cuando eres muy hábil, puedes sufrir de impaciencia. Aquí es donde quieres que las cosas funcionen a tu ritmo, y cualquier retraso te pone furioso.
«Por mis experiencias anteriores, he aprendido que puedo ser impaciente, sobre todo cuando se trata de proyectos. Siempre estoy deseando que las reuniones lleguen a su fin, puede que me resulte aburrido e intente estar ocupado hablando demasiado durante la reunión.»
8. Incapacidad para delegar
Si quieres tener el control absoluto de un proyecto, siempre tendrás problemas para delegar tareas en tus compañeros. Es una buena idea informar a tu entrevistador de este punto débil.
«Como quiero tener el control total de un proyecto, puede que me cueste delegar tareas. En mi anterior puesto como jefe de equipo, empecé a aprender la importancia de asignar tareas a otros, ya que ayuda a completar el trabajo más rápido y libera mi tiempo para centrarme en otras cosas que importan en la organización.»
9. Demasiado directo
Algunas personas no siempre son conscientes a la hora de transmitir información. Lo harán sin tener en cuenta tus sentimientos.
«Soy una persona directa, y mis antiguos compañeros podían encontrar mis comentarios demasiado bruscos. Mis clases de habilidades comunicativas me han hecho entender formas de dar feedback sin ofender a nadie.»
10. Destreza especial
Todos tenemos esa habilidad con la que aún no estamos familiarizados. Exprésate y haz saber al entrevistador que tienes un reto.
«Aún no estoy familiarizado con la construcción de enlaces, pero sí con otras estrategias de SEO, como la investigación de palabras clave, el análisis de la competencia y el SEO on-page. Aunque por ahora no es necesario, será de gran ayuda en el futuro. Estoy trabajando en ello haciendo un curso online».
11. Perfeccionismo
El perfeccionismo consiste en querer conseguir resultados impecables en todo lo que se hace. Merece la pena mencionarlo como punto débil en una entrevista.
«Cuando trabajo en un proyecto, me encuentro a mí mismo centrándome incluso en detalles menores para asegurarme de que entrego un trabajo de calidad. Esto siempre interfería con los plazos en mi anterior empresa.
Hoy me esfuerzo por equilibrar un trabajo de calidad y un resultado perfecto sin dedicar mucho tiempo a pulir los pequeños detalles que, al fin y al cabo, sé a ciencia cierta que no marcarán la diferencia.
12. Procrastinación
La procrastinación es uno de los ejemplos más comunes de las debilidades de los empleados. Aplazar las cosas es algo de lo que adolece la mayoría de la gente. Es posible que te tomes descansos incluso cuando no son necesarios.
«Siempre me he encontrado a mí mismo dejando las cosas en suspenso, pensando que sólo me estoy estresando a mí mismo sin interferir con los demás. En mi anterior empresa, me veía abrumada por las tareas y todo el mundo se daba cuenta de que me agobiaba. Hoy en día, intento crear horarios para mis tareas diarias y me aseguro de completarlas todas para evitar molestias a mi equipo.»
13. Habilidades de comunicación deficientes
Unas habilidades comunicativas deficientes suelen significar dificultades para explicar los pensamientos con claridad, comprender a los demás o presentar las ideas con eficacia.
«Antes me costaba comunicarme eficazmente y compartir mis ideas con mi equipo, lo que provocaba malentendidos. Me di cuenta de que era un área clave en la que debía mejorar y me apunté a talleres de comunicación. También empecé a participar en debates de grupo y a asumir funciones más comunicativas. Estos pasos han agudizado mis habilidades comunicativas, y estoy deseando seguir mejorando».
14. Incapacidad para decir no
¿Te encuentras a veces incapaz de decir que no, sobre todo cuando te piden que hagas algo con lo que no estás muy familiarizado? Esa es una debilidad que debes abordar.
«Cuando alguien se me acerca con una petición, me cuesta decir que no y, al final, me doy cuenta de que tengo más de lo que puedo manejar. Conseguir una app de gestión de proyectos me ha ayudado a organizar mis proyectos de tal forma que sé cuándo aceptar otra tarea sin sobrecargarme de trabajo.»
15. Apegarse demasiado a un proyecto
Este es otro ejemplo de debilidad positiva de un empleado. Cuando trabajas en un proyecto, puede que te encuentres queriendo hacer cambios incluso cuando ya ha pasado la fecha límite. Esto indica que no estás preparado para abandonar el proyecto.
«Después de trabajar en una tarea específica, me resulta difícil permitir que otra persona revise mi proyecto y lo critique. Siempre quiero ser yo quien lo haga e identificar mis errores. A veces soy incapaz de cumplir los plazos. Para evitar los cambios de última hora, siempre establezco plazos para las revisiones».
16. Dificultad para trabajar con determinadas personalidades
Todo el mundo tiene esa categoría de personas con las que puede sentirse incómodo trabajando; hágaselo saber amablemente al entrevistador.
«En mis experiencias anteriores, había ciertas personalidades con las que tenía problemas para trabajar, sobre todo las agresivas y ruidosas. Estar expuesta a distintas personalidades me ha hecho conocer su importancia en el crecimiento de una empresa. Me he adaptado para dar cabida a todos y lograr un objetivo común».
17. Dificultad para dar opiniones a mis compañeros
Cuando estás en la misma franja de edad o nivel laboral que tus compañeros, puede resultarte difícil criticarles, ya que pueden pensar que intentas actuar con «superioridad».
«Me cuesta criticar a un compañero de trabajo o a una persona que depende de mí. No quiero herir sus sentimientos. Pero, con el tiempo, he aprendido a dar respuestas meditadas a las personas que me reportan y de una manera más amistosa. Así reconocen que la corrección fue constructiva y se esfuerzan más en su trabajo».
18. Asumir una responsabilidad excesiva – Ejemplo de debilidad positiva
Todos tenemos descripciones de trabajo, pero a menudo te encuentras dedicando mucho tiempo a tareas que no corresponden a tu puesto. Aunque suene bien, puede impedirte cumplir con lo que realmente tienes encomendado. Considero que este es uno de los ejemplos de debilidades positivas de un empleado.
«Mientras trabajaba como representante de ventas en mi anterior empresa, era empático, lo cual, me di cuenta, era una de mis debilidades. Me encontraba a mí mismo prestando oídos a los clientes y tratando de ponerme en su situación.
En el proceso, me encontraba perdiendo objetivos y no atendía a todos los clientes. La empatía podía interferir con mi tiempo y mi horario de trabajo. He aprendido a dedicar el mismo tiempo a cada cliente y a tratar de responder rápidamente a sus preguntas».
19. Dificultad para conciliar trabajo y vida personal
¿Eres el tipo de persona que se centra en su trabajo hasta que se olvida de que necesita una vida social? Entonces éste es un punto débil que hay que reconocer.
«Me he visto atrapada entre mis apretadas agendas en la búsqueda de alcanzar mis objetivos profesionales. Tiendo a olvidar incluso mi vida personal. Recuerdo una vez que estaba trabajando en un proyecto y olvidé que tenía que comer. Pongo recordatorios en mi teléfono para asegurarme de no perderme eventos sociales y comidas importantes».
20. Trabajar en varias tareas a la vez
La multitarea es un punto débil que a la mayoría de los empresarios les encanta escuchar. Así es como puedes decirlo sutilmente:
«Solía entusiasmarme con los nuevos proyectos y podía aceptar varios a la vez, pero he empezado a saber cuándo he llegado al límite. En mi anterior trabajo como diseñador web, podía aceptar cinco proyectos a la vez porque trabajo rápido.
Sin embargo, me di cuenta de que cada proyecto viene con plazos muy ajustados y me estaba quemando. Así que he aprendido a encargarme de unos pocos cada vez y a decir que no hasta que haya terminado con ellos. Como resultado, soy más creativa y eficiente».
20 Ejemplos de puntos fuertes de los empleados
Si no estás seguro de cuáles son tus puntos fuertes, consulta los comentarios positivos que hayas recibido de tus antiguos jefes y compañeros. Aquí tienes algunos ejemplos de puntos fuertes que podrías mencionar:
1. Habilidades interpersonales
Relacionarse bien con otras personas es un atributo que ayuda a mantener un ambiente de trabajo positivo. Ante situaciones complejas, puedes neutralizar rápidamente el ambiente sin dejar una brecha entre las dos partes.
«Soy empático, con habilidades interpersonales que me ayudan a relacionarme bien con la gente y hacer que se sientan escuchados. En una ocasión, durante mi trabajo, hablé con un cliente cuyo contrato de reparto de fruta con nuestra organización se había rescindido.
Estaba agitada por la pérdida que le supondría la rescisión. Pero le hablé de otras opciones e incluso le sugerí algunas empresas dispuestas a comprar su mercancía. Tras aceptar la pérdida, incluso mencionó en nuestra encuesta de opinión que seguiría recomendando los servicios de nuestra empresa a posibles clientes.»
2. Jugador de equipo
Formar parte del equipo conduce a resultados empresariales rentables. Esto significa que los proyectos se gestionarán con eficacia y se entregarán a tiempo.
«Se me da bien trabajar con gente y colaborar en proyectos. En mi anterior empleo era jefe de equipo y me mantenía constantemente en contacto con otros compañeros, ayudándoles en sus tareas y pidiéndoles ideas y opiniones sobre los proyectos.
Juntos, trabajábamos en las tareas para asegurarnos de cumplir los plazos. Esto aumentó la productividad en un 20% a lo largo de los años».
3. Aprendizaje rápido
Ser una persona que aprende rápido evita a la empresa gastar más en la contratación de nuevas competencias. También favorece la retención y la productividad de los empleados.
«Siempre estoy deseando aprender nuevas habilidades para crecer y convertirme en un empleado más productivo. Cuando mi anterior empresa decidió instalar un nuevo programa de contabilidad para mejorar la facturación a los clientes, tuve que aprender rápidamente, debido a la premura de tiempo. También tenía que orientar a mi equipo, y todo salió bien».
4. Adaptabilidad
La adaptabilidad al cambio hace que la incorporación y la orientación sean un proceso fácil para la empresa y los equipos directivos.
«Me adapto fácilmente a cualquier entorno de trabajo. Cuando mi antiguo empleador cambió la empresa de minorista a fabricante, todos los empleados se vieron obligados a adaptarse a cambios en los horarios de trabajo y las responsabilidades.
Me convertí en responsable del servicio de atención al cliente, una responsabilidad totalmente distinta de mi puesto original de secretaria. Ahora tenía responsabilidades adicionales. Al año de ocupar este puesto, la empresa mejoró la satisfacción de sus clientes.»
5. Autogestión
La productividad es inevitable cuando los empleados saben gestionarse a sí mismos y su tiempo. La empresa obtiene más beneficios cuando las cosas se hacen bien y en el plazo requerido.
«Durante las horas de trabajo, organizo mis tareas y prioridades sin supervisión. Sé lo que tengo que hacer y cómo hacerlo bien. Cuando estoy a cargo de un equipo, les asigno tareas y les oriento sobre cómo abordarlas.
6. Fuerte ética de trabajo
Una fuerte ética laboral garantiza un flujo de trabajo fluido, el cumplimiento de los plazos y un trabajo de calidad. Cuando un empleado hace un esfuerzo adicional, aumenta la fidelidad de los clientes de la empresa.
«Siempre siento que es mi obligación llegar al trabajo a tiempo, bien preparado y listo para el día que tengo por delante. Como jefe de equipo, me encontré con un cliente que me dio un plazo muy estricto.
Entonces, uno de los miembros de mi equipo, encargado de finalizar los documentos, llegó tarde. Para no decepcionar al cliente, me ofrecí voluntario para quedarme y finalizar el trabajo para asegurarnos de que cumplíamos el plazo sin precipitarnos».
7. Habilidades de redacción
Un empleado con habilidades de escritura es muy útil cuando se trata de marketing de contenidos. A través del marketing de contenidos, la empresa aumentará los clientes potenciales, las conversiones y las ventas.
«Como parte del equipo de relaciones públicas, teníamos la responsabilidad de actualizar el sitio web de la empresa con contenidos tres veces por semana. Un día, mientras nos ocupábamos de un evento semanal, un compañero se olvidó de publicar un comunicado de prensa en el sitio.
Nuestro editor no se dio cuenta del retraso hasta pocas horas antes de la fecha límite. Era importante, así que me ofrecí voluntaria para redactar y publicar el comunicado de prensa. Con precisión, terminé el artículo a tiempo, y produjo excelentes resultados para la empresa».
8. Capacidad para trabajar bajo presión
Ser capaz de trabajar bajo presión mejora el rendimiento y la credibilidad de la empresa. Los clientes prefieren una marca que cumple.
«Me enorgullezco de tener la capacidad de trabajar con plazos ajustados. En mi puesto anterior me las arreglé para gestionar múltiples clientes y plazos. Con mi equipo, era capaz de delegar tareas para múltiples proyectos con poca antelación. Un día trabajé en seis proyectos que ayudaron a la empresa a conseguir negocios por valor de 3 millones de dólares de los clientes.»
9. Persistencia
La persistencia es el primer paso hacia los grandes resultados. Un empresario ganará más con un empleado persistente que con uno que se rinde.
«Soy muy tenaz y meticuloso cuando se trata de entregar proyectos. Una vez, mientras trabajábamos en la entrega, resultó que faltaban algunos materiales en el último minuto.
El proveedor no podía cumplir el plazo y el cliente amenazaba con retirarse si no entregábamos a tiempo. Era tarde y todo el mundo se había dado por vencido. Para no perder ese cliente, me puse en contacto con otro proveedor y fui personalmente a recoger la mercancía y entregarla al cliente. La empresa se ahorró mucho dinero en penalizaciones, y el cliente se quedó».
10. Habilidades de comunicación sólidas
Comprender las necesidades de las personas y atenderlas es esencial para retener a los clientes.
«Creo que hablar con la gente ayuda a hacer las cosas bien. Tener grandes dotes de comunicación ayuda a resolver los problemas a medida que se presentan. Recuerdo haber trabajado en un colegio cuando el contable envió a casa a un alumno por error.
El padre se puso furioso y amenazó con sacar al niño del colegio. Tuve que disculparme, calmarle y resolver allí mismo el problema con el departamento de contabilidad. Al final, el niño volvió a clase, el padre se fue contento a casa e incluso se disculpó por descargar su ira contra mí».
11. Flexibilidad
La flexibilidad se refiere a la capacidad y la voluntad de adaptarse a nuevas condiciones que te dan ventaja en una entrevista de trabajo competitiva. Es una cualidad crucial, sobre todo en el cambiante entorno laboral actual.
«En mi último trabajo, la estructura y la dirección de la empresa cambiaban rápidamente. Lo que aprendí es que un entorno laboral cambiante no indica inseguridad laboral. Siempre que recordaba esto, me sentía motivada y me ceñía a mi trabajo. Ahora siento que ésta es una de mis mayores fortalezas».
12. Organización
La organización como cualidad implica tener la capacidad de ser eficiente a la vez que sistemático en lo que se hace.
«Después de haber trabajado en el sector laboral durante siete años, comprendo mejor las repercusiones negativas que tiene la falta de organización en una empresa. Saber esto me ha ayudado a desarrollar más mis habilidades y a idear métodos de trabajo orientados a los procesos que garanticen que no se me pasen los plazos.»
13. Liderazgo
¿Puede influir en las personas para que lleven a cabo una tarea de forma armoniosa y eficaz en una organización?
¿Tienes la capacidad moral de defender siempre lo que es correcto independientemente de la opinión popular?
«Siempre me han gustado las funciones de liderazgo, desde que era joven. Recuerdo cuando una empresa en la que trabajaba tuvo un desencuentro con una de las principales partes interesadas y muchos de mis compañeros se retiraron por problemas económicos.
Me nombraron responsable de los compañeros que quedaban, pero en la oficina se respiraba un aire de letargo. Estuve a la altura de las circunstancias y motivé a mis compañeros hasta conseguir una plantilla reducida pero productiva que rindió de forma sobresaliente».
14. Actitud positiva
Una actitud positiva es una mentalidad que te permite visualizar y anticipar resultados positivos.
No me malinterpretes, puede que tengas situaciones negativas o desafiantes en tu lugar de trabajo, pero la positividad en la actitud hace que te mantengas optimista a través de las situaciones.
«Entiendo lo estresantes y desafiantes que pueden llegar a ser los lugares de trabajo. Sin embargo, puedo mantener la calma centrándome en el objetivo final y siendo optimista. Una vez me elogiaron por el impacto positivo que esta actitud tuvo en mis compañeros.»
15. Creatividad
La creatividad es la capacidad de utilizar la imaginación o las ideas para idear algo original que ayude a resolver problemas o a realizar una tarea determinada.
«Me gusta ser innovador, inteligente y participar en la resolución de problemas. Durante mi última etapa laboral, tuve el honor de trabajar en un proyecto de marketing que requería mucha creatividad e innovación. Fue un gran éxito que nos hizo recibir dos galardones del sector por los resultados que obtuvo».
16. Escucha activa
La escucha activa es un enfoque que se adopta cuando se escucha a alguien para mejorar la comprensión mutua.
En otras palabras, se escucha para comprender y no para juzgar.
«Parte de ser humilde es permitir que los demás sean escuchados y comprendidos. Esto aporta unión y unidad a un equipo. Creo que poseo este rasgo y, al ponerlo de manifiesto, todo el mundo se sentirá implicado en la toma de decisiones y fomentará la camaradería de la vida en la oficina.»
17. Disciplina
Disciplina significa tener la capacidad de seguir un código de conducta o comportamiento y trabajar de forma habitual y controlada, lo que implica obedecer reglas específicas y mantener los estándares requeridos.
«Una de las habilidades que me llevó mucho tiempo aprender es la disciplina. Esto se debe a que implica muchos sacrificios. No tengo problemas con la dirección estricta, y prospero gracias a mi disciplina. Creo que mis superiores tienen buenas intenciones para la empresa siempre que dan órdenes a alguien».
18. Paciencia
¿Puedes tolerar los retrasos? ¿O provocaciones? ¿O cualquier otro tipo de problema o molestia?
La paciencia es una virtud que implica la voluntad y la capacidad de reprimir la inquietud ante una desgracia o una molestia sin quejarse ni perder los estribos.
«Puedo mantener la calma incluso en circunstancias agravantes. Una vez trabajé con un colega lento con el que la mayoría de los demás compañeros perdieron la paciencia. Aprendí que no era molesto en absoluto, y formamos una gran sociedad porque nos centramos en sus puntos fuertes más que en sus puntos débiles.»
19. Pasión
La pasión es un entusiasmo o deseo intenso por algo.
La pasión te da una concentración incesante, una energía implacable y la voluntad de emprender cualquier tarea sin miedo a posibles obstáculos.
«Utilicé un ordenador por primera vez a los ocho años. Me fascinó y desde entonces me apasionó saber más sobre informática.
La codificación y la programación me han apasionado. Cuando era más joven y estaba menos ocupado, participé en concursos de codificación y gané premios en metálico en muchos de ellos. Gracias a ello mejoré el enfoque y la consistencia de mi oficio».
20. Diligencia
La diligencia es la capacidad de trabajar cuidadosa y persistentemente con el máximo esfuerzo y concentración.
La diligencia implica cualquier otra cosa que no sea pereza.
«Me encanta lo que hago. Siempre que surge un nuevo proyecto, me interesa saber qué se espera de mí. Una vez que sé lo que se requiere, me muestro concienzudo y diligente a la hora de completarlo. También creo que este rasgo se puede transferir fácilmente entre compañeros por la experiencia que tengo.»
Ejemplos de puntos fuertes y débiles de los empleados – En resumen
Al preguntar por tus puntos fuertes y débiles, el posible empleador está evaluando tus posibles competencias básicas. Esto les ayudará a seleccionar, armonizar y desarrollar tu talento en beneficio de la empresa.
Aunque debes ser específico, no olvides añadir tus rasgos personales, habilidades interpersonales y habilidades basadas en el conocimiento.